En esta tarde hermosa para el alma, le pedimos a Dios Todopoderoso que ilumine nuestras mentes y acompañe a nuestros corazones, muchas veces entristecidos por la enfermedad, la duda o el desaliento. Dios mío, con tu amor llega hasta todo los hogares, hasta los niños necesitados y hasta las almas decaídas porque vamos a recibir en tu nombre, la paz que nos envuelve, el amor que nos fortifica y el consuelo a todas nuestras penas, a todos los que precisan un poco de aliento y de amor para ir sorteando toda dificultad, más que nosotros, hoy, espiritus encarnados muy pobres y necesitados, confiamos en tu bondad para que llegue la ayuda que necesitamos.
Los enfermos del cuerpo y también los enfermos del alma.
Siempre en nuestras vidas brillará el sol de la esperanza y arderá el fuego de la fe.
Por eso, en esta tarde, nos unimos a todos los pensamientos benévolos, y hemos de salir vencedores del error y dev otos por siempre de la humildad.
La violeta no se vé pero perfuma, así el alma elevada no se nota, pero ayuda. En el día de hoy una flor de amor y luz se abre en el espacio para perfumar los corazones y llevar alivio a todos los aflijidos.